Creo realmente que todos somos uno y todos estamos conectados. Que la esencia habita entre pensamientos y que somos parte y todo de un universo que tiene un orden y unas leyes determinados; el azar no existe, las sincronicidades sí.

Venimos a esta realidad a hacer un determinado trabajo con unos objetivos determinados bajo unas leyes universales y una realidad dual. Somos energía.

Desde mi punto de vista la Astrología puede ser una poderosa herramienta para vehicular, orientar y facilitar nuestro proceso en esta realidad. Esta disciplina me proporciona una base coherente sobre la cual sustento el orden universal de las cosas.

Una lectura de una carta natal al uso puede no ser suficiente. En determinados casos acaba siendo una cantidad ingente de información vaga y difusa, difícil de asimilar. En estos casos la pregunta siempre es: ¿y todo esto de que me sirve?, ¿puedo hacer algo al respecto en esta realidad?

La carta natal, aunque siempre será igual y no variará desde el punto de vista visual, evoluciona con nosotros de tal forma que, aun siendo la misma, no la vemos siempre igual. Conforme vamos avanzando en nuestro camino la carta nos va mostrando nueva información que antes nos pasaba desapercibida.

Por otro lado, se necesita tiempo para integrar la energía y los retos que todos hemos venido a vivir en esta realidad. De ahí que realizar procesos sostenidos en el tiempo durante un determinado periodo pueda ser una valiosa opción para integrar procesos profundos y volver a vivir la conexión con nuestro SER y, por ende, con el universo entero.

Mi propósito es concretar de manera sencilla, coherente y práctica el lenguaje energético inherente a la astrología. Traducirlo en pautas sencillas que sean útiles para facilitar los procesos que hemos venido a integrar en esta encarnación. Y que eso pueda ser útil y ayudar a los demás. En definitiva, acercar la espiritualidad al mundo terrenal de una manera práctica y mesurable empíricamente.

La cuadratura del círculo.