En cualquier proceso de crecimiento personal o terapéutico es sumamente importante el compromiso. La falta de un firme compromiso va en detrimento de cualquier proceso y complica la obtención de resultados. Quizás mi experiencia personal matiza lo que tengas en mente sobre  esta palabra y su efecto en los procesos que propongo.

Compromiso significa, según la primera acepción de la real academia de la lengua española, obligación contraída.

Según el pensamiento de  S.  Lehman “el  compromiso  es lo  que  transforma  una  promesa  en realidad” … “es  el  material  con  el  que  se  forja  el  carácter  para poder  cambiar  las  cosas”

El matiz es con quien se contrae ese compromiso.

Desde mi punto de vista este compromiso tiene que ser con uno mismo, únicamente con uno mismo. A la práctica eso significa que no contraes ninguna obligación conmigo, no estás obligad@ a cumplir con lo acordado ni con nada que no sea el compromiso contraído contigo mism@. En cada momento eres libre de decidir.

La responsabilidad, según mi opinión, es totalmente indispensable. Si un@ no se responsabiliza de un@ mism@ no es posible ningún tipo de proceso personal. Un ejemplo muy claro de esto es el ejemplo que acostumbra a explicar Ramon V. Albareda, cocreador de la TRANSFORMACIÓN HOLÍSTICA.

“Supongamos que heredamos una casa. Una casa vieja, en mal estado y que necesita urgentemente reparaciones. No podremos realizar ni una sola de las actuaciones necesarias si antes no firmamos las escrituras; es decir, si antes no aceptamos que es nuestra y nos responsabilizamos.”