Sobre mi

Del proceso, de la integración y de la expansión
Mi primer contacto con la astrología se remonta a mi adolescencia. En aquella época aprendí de mi madre a calcular, con un lápiz, un papel y unas tablas, el ascendente. Ya entonces me empecé a interesar por la relación entre los astros y la realidad en la que vivimos. A lo largo de todos estos años he ido entrando y saliendo de esta disciplina: leyendo libros, “jugando” con programas informáticos y compartiendo con conocidos y amigos.

Desde entonces y de manera inconsciente, la astrología me ha atraído fuertemente. Sin embargo, había una intensa contradicción en mi interior. La mayoría de libros caían en mis manos, así como los astrólogos con los que me fui visitando, tenían algunas cosas en común con las que me sentía inconscientemente incómodo: lenguaje vago, etéreo y poco concreto; exceso de información únicamente mental; pero lo que más iba contra mi esencia, sin yo darme cuenta, era la imposibilidad de poder llevar a la práctica la información y poder evaluar los resultados de ese proceso empíricamente; es decir la nula utilidad más allá de la posible comprensión de algún aspecto de mi personalidad y, algunas veces, la verborrea prescindible.

Con el tiempo, poco a poco e inconscientemente, se iba gestando en mi un rechazo cada vez más fuerte hacia el lenguaje “lapidario” de la astrología clásica donde las cosas son “buenas o malas”, el destino es inamovible y una carta natal es una especie de sentencia donde podemos tomar consciencia de lo que nos ha tocado vivir en esta vida sin nada que hacer al respecto. Curiosamente cada vez que me aproximaba a la Astrología, yo también lo hacía desde esa misma perspectiva que rechazaba.

Aunque ya hace muchos años que existe la Astrología Psicológica sea por lo que fuere yo no conocía su existencia. Así pues, estas circunstancias junto con otras personales, me llevaron durante años a distanciarme de esta disciplina y de mí mismo. De esta manera, todo un potencial creativo quedó dilapidado en lo más profundo de mi ser.

Entre tanto una fuerza interior me empujaba muy inconscientemente a investigarme, aun al mismo tiempo, sintiendo un fuerte rechazo a hacerlo. Siempre he vivido una fuerte contradicción que algunas veces ha llegado a paralizarme. Con todo, a lo largo de mi vida, he ido entrando y saliendo de mí, participando en diferentes experiencias con el objetivo, siempre inconsciente, de dejar de escapar de mi verdadero trabajo en esta dimensión y hacerme responsable de mi cuerpo, mi energía, mis emociones y mis pensamientos. En ese camino he participado en cursos, talleres y diferentes actividades relacionadas con diversos enfoques: Sexualidad Holística, Tantra, Ayahuasca, Estados expandidos de consciencia , Grupos terapéuticos basados en la Transformación Holística, Astrología

No fue hasta el año 2017 que todo empezó a tomar forma. Debido a un profundo proceso personal todo empezó lentamente a cobrar sentido y coherencia. Descubrí la Astrología Psicológica y Evolutiva. Empecé a estudiar en la escuela del astrólogo Pablo Flores Laymus  sin llegar a finalizar el curso. Profundicé en mi proceso de crecimiento personal con el enfoque de Transformación Holística. Participé en un curso intensivo de Tantra. Conocí a personas maravillosas que me impulsaron a conectar con mi esencia. Y vino a mis manos un libro que ha sido una especie de catalizador de todo este proceso: "Dejar ir" de David R. Hawkins.

Todas estas experiencias y algunas más forman parte de la formación del Ser.
"Si existe un orden que explica el funcionamiento de todo lo que acontece en el universo, la astrología es un conjunto de códigos que lo descifran."
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